Holanda goza de un clima relativamente estables, suavizado por la cercanía del mar y su relieve plano. Con todo su clima es bastante lluvioso y húmedo, suave y agradable en verano, frío y muy húmedo en invierno. Las lluvias son frecuentes en la temporada de verano, puede llover continuadamente durante unos diez o doce días en un mes.
Un clima variable.
Holanda está situada geográficamente de tal manera que se enfrenta a muchos cambios climáticos. El tiempo en Holanda es impredecible ya que el mar tiene una gran influencia en el clima. Por lo tanto, los turistas deben estar preparados para hacer frente a las variaciones climáticas.
Enero y febrero son considerados los meses más fríos del año, mientras que julio y agosto son los más cálidos. Holanda experimenta temporales de nieve, lluvia y granizo, sobretodo en los meses de invierno. El frío se deja sentir en los meses de enero y febrero.
La temporada de verano en Holanda es agradable sin llegar a ser cálida ni sofocante. Las temperaturas aumentan considerablemente respecto a los meses de invierno, sobre todo en julio y agosto. Con el cambio climático es más habitual que las temperaturas puedan superar los 30 grados algunos días del verano, lo que unido a la humedad hace que el cima sea pesado. No obstante no es la norma y el tiempo no tiene nada que ver con el del mediterráneo. La primavera es la estación más seca de Holanda.