
En el año 1350 gran parte de las regiones de los Países Bajos estaban establecidas como estados independientes bajo el control del Imperio Germánico.
A lo largo del Siglo XV se producieron dos tendencias opuestas la una con la otra: las ciudades se transformaron en pequeños estados fuertes e independientes y por otro lado, el poder de varios principados se concentró en un asola familia, la de los Duques de Borgoña, a través de matrimonios, herencias y guerras.
En el año 1363 el hijo del Rey de Francia, Felipe el Calvo, recibe el Ducado de Borgoña, aunque más tarde al casarse con Margarita de Flandes hereda también el Condado de Borgoña así como varios estados de los Países Bajos. La política de los Duques, no favoece a Francia ni a los territorios de los países bajos ya que intentan imponer un gobierno con un poder más centralizado que va en contra de las ciudades y provincias.
Felipe el Bueno, nieto de Felipe el Calvo e hijo de Juan sin Miedo, juntó esos territorios en Baviera (sur de Alemania), en el Condado de Holanda y el Ducado de Brabante. Posteriormente heredó también el el Ducado de Luxemburgo.
Carlos el Calvo continuó su política de expansión, cuando murió, su única hija María se casó con el emperador Maximiliano I de Habsburgo, Archiduque de Austria, por lo que de este modo quedaron unidos el Imperio Germánico y el Borgoñón.
Felipe el Hermoso, hijo de Maximiliano y María, era el heredero de todo el Imperio, incluyendo los Países Bajos. Más tarde este se casaría con Juana de Castilla (Juana la loca) hija de Isabel y Fernando de Aragón.
Su hijo Carlos, heredó un imperio que incluía: las posesiones de Castilla, los territorios en America, Aragón y los territorios de los Habsburgo y los de Borgoña. Después de la muerte de su abuelo Maximiliano, también fue elegido emperador del Imperio Germánico.
Las ciudades se oponían a la centralización que imponían los duques de Borgoña y los Habsburgo por lo que la burguesía conseguía influir en las administraciones mediante asambleas regionales.
La epidemia de peste del siglo XIV junto con una pequeña glaciación, provoco una época de crisis. No obstante, actividades como la pesca, la industria textil de Leiden y Haarlem o la cervecera, colocaron a las ciudades de Holanda a la cabeza de los Paises Bajos.
Culturalmente, Holanda encuentra su máxima expresión en la figura del humanista Erasmo de Rótterdam. Los humanistas enseñaban en las Escuelas Latinas, las cuales eran más independientes de las iglesias. La tasa de alfabetismo en esta época era muy elevada. Se desarrolló la arquitectura, La escultura, la ilustración y la pintura.
El Siglo XVI promovió el desarrollo de nuevas formas de entender la religión católica con la publicación de las 95 tesis de Lutero. El Calvinismo, a partir del año 1550, se convirtió en el movimiento con más éxito en los Países Bajos.
En el año 1555 Felipe II, Rey de España, heredo los Países Bajos pero lejos de ser positivo, resultó una fuente continua de conflictos y un derroche de recursos económicos. En 1562 los nobles descontentos formaron una Liga alrededor de Guillermo de Orange el cual promovió distintas guerras para apoderarse de las províncias de Holanda pero finalmente fue asesinado el 10 de julio de 1584 en Delft.
A finales de este siglo, se estaba gestando la llamada Republica de las Siete Provincias los residentes de las cuales empezaron a ser denominados holandeses.