
La literatura holandesa empezó a florecer del siglo XII en adelante. Los escritos literarios más tempranos de Los Países Bajos tienen un fuerte carácter francés y de alguna manera una ligera influencia alemana en su vocabulario y el estilo literario.
La literatura holandesa en la Edad Media muestra las mismas características generales que las literaturas locales; así el espíritu burgués se encuentra expresado en los trabajos de Jacob van Maerlant y en las versiones neerlandesas de Reynard the Fox. Hadewijch, John Ruysbroeck, y Gerard Groote hablaban la lengua del misticismo. Ya en el siglo XIV, la literatura caballeresca y escolástica cayeron en declive. Por el siglo XV el misticismo se transformó en una moral piadosa. Entre los más conocidos dramas medievales holandeses se encuentran Mary de Nimmegen y la obra de teatro Elckerlijk.
Después del siglo XVII, la literatura flamenca y neerlandesa cayó en declive. Pieter Langendijk y Joseph Addison imitaron a otros famosos escritores como la novelista Elisabeth Wolf y Agatha Deken, fueron los principales escritores neerlandeses en el siglo XVIII. En el siglo XIX, la literatura neerlandesa y flamenca se expandieron en líneas Europeas, con el novelista Jacob van Lennep, Anna Bosboom-Toussaint, Eduard Dekker, y el belga Potgieter, y los belgas Guido Gezelle, Albrecht Rodenbach, Pol de Mont, y Nocolaas Beets.
Después de 1940, la novela psicológica tipificó la literatura flamenca. El médico SimonVestdijk, quizá el mejor escritor neerlandés del siglo XX, escribió novelas psicológicas que revelaban la influencia del existencialismo. Su contemporáneo Gerrit Achterberg exploró temas similares de la vida y la muerte es sus poderosos poemas. Ya en la historia más reciente, el diario de Ana Frank se considera el libro más conocido entre una gran cantidad de libros que conciernen la experiencia de los holandeses durante la II Guerra Mundial. El carácter de la poesía neerlandesa cambió después de la guerra, cuando Lucebert (Lubertus Swaanswijk), el trabajo del cual estaba relacionado con el grupo internacionalista CoBrA, rechazó el ritmo y la métrica e introdujo elementos surrealistas en sus versos,.
Otra representación muy importante del arte holandés son su pintura y sus pintores. La pintura holandesa nació con la libertad y la independencia de Holanda. Mientras las provincias del norte y del sur de Los Países Bajos estaban bajo el dominio español y de la fe católica, los pintores holandeses pintaban igual que los belgas. Todos ellos estudiaron en Bélgica, Alemania, e Italia; Heemskerk imitaba a Miguel Angel; Bloemart siguió los pasos de Correggio, y “Il Moro” copió a Titian, entre otros; algunos pintores exageraron el estilo italiano mezclandolo con el alemán, de lo que surgió un estilo basto.
Después de haber representado los interiores de la casa, los pintores de la época centraron la atención en el paisaje de campo. El estilo neerlandés para representar la naturaleza de una forma simple, genuina y con un toque íntimo no se podía encontrar en los paisajes de pintores italianos o belgas.
Pese que las tierras holandesas son planas y monótonas, a los ojos de los pintores de la época aquel paisaje ofrecía una maravillosa variedad. Algunos pintores holandeses que no estaban contentos con los paisajes que les ofrecía su país, fuero a Italia en busca de motañas, cielos iluminados, y famosas ruinas; de ahí resultó otro grupo muy selecto de artistas holandeses, como Swanevelt, Pynaeker, Breenberg, Van Laer o Asselyn. Pero la palma se la llevan los paisajistas de Holanda, con Wynants el pintor de las mañanas, con Van der Neer el pintor de la noche, con Rusydael el pintor de la melancolía o con Hobbema el pintor de los molinos, cabinas, y jardines de cocina.
Simultáneamente con el arte de los paisajes nació otro tipo de pintura, especialmente propia de Holanda- la representación de animales. Pintores como Rubens, Luyders, Paul de Vos, y otros pintores belgas, representaron animales con una maestría admirable, pero todo esto se encuentra superado por los artistas holandeses, Van der Velde, Berghum, Karen der Jardin, y por el rey de las pinturas de animales, Paul Potter, que es conocido por su famoso “Toro”, que se encuentra en la galería de arte de La Haya.
Otro campo es el de las marinas, algunos pintores conocidos por especializarse en este tema son William Van der Velde, William el joven, también Backhuysen, Dubbels, y Store.
Otro tipo de pintura que surgió en Holanda, como la expresión del carácter de la gente y el comportamiento republicano. Esta escuela ilustró no sólo a unos pocos hombres ilustres y algunos hechos extraordinarios, sino también a ciudadanos de todas las clases. De esta corriente vienen las grandes pinturas que representan cinco, diez, treinta personas juntas, arcabuceros, alcaldes, oficials, profesores, magistrados, administradores, sentados o de pie alrededor de una mesa, festejando y conversando, y de muchas otras formas. En este campo destacaron artistas como Van der Heist, Franz Hals o Covaert Flink.
Si exceptuamos a Rembrandt con su grupo de seguidores e imitadores, casi todos los otros artistas difieren mucho entre unos y otros. Ninguna otra escuela presenta un número tan grande de maestros originales. El realismo de los pintores holandeses nace de su amor a la naturaleza; pero cada uno ha mostrado en sus trabajos un tipo de amor distinto a los otros; cada uno a rendido una impresión distinta recibida de la naturaleza, empezando des del mismo punto han podido llegar a puntos separados y con propósitos distintos.